¿Fiebre del Oro o Ilusión de la Fusión? Start-up Californiana Afirma Haber Resuelto la Alquimia


 La ancestral búsqueda de transmutar metales comunes en oro, el sueño de los alquimistas, ha resurgido con fuerza en el siglo XXI. Una prometedora start-up californiana, Marathon Fusion, afirma haber desarrollado un método para lograrlo, específicamente convirtiendo mercurio en oro. La empresa sostiene que su propuesta, si bien por ahora solo existe en simulaciones, sería escalable y económicamente viable, una declaración audaz que ha captado la atención del mundo científico y financiero.

La noticia, publicada en un comunicado de la propia compañía, abre un debate fascinante sobre los límites de la ciencia, la viabilidad de la fusión nuclear comercial y las posibles implicaciones económicas de una "nueva fiebre del oro".


El Alto Costo de Fabricar Oro: Un Reto Nuclear

Producir oro mediante procesos nucleares no es una idea nueva, pero siempre ha sido extremadamente complejo y costoso, con intentos anteriores que solo lograron cantidades insignificantes. Un claro ejemplo es el proyecto ALICE del CERN (Organización Europea para la Investigación Nuclear) en Ginebra, Suiza. Este coloso de la ciencia solo pudo crear la irrisoria cantidad de 29 picogramos de oro en cuatro años.

Adrian Bevan, catedrático de Física de la Queen Mary University of London, ilustra la magnitud del desafío al explicar en una publicación de The Conversation que, a ese ritmo, "se necesitarían cientos de veces la vida del universo para producir una sola onza troy de oro". Un escenario que subraya la ineficacia de los métodos actuales.


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La Innovadora Propuesta de Marathon Fusion

Marathon Fusion propone una fórmula radicalmente diferente para la producción de oro. Su método se basa en el aprovechamiento de los neutrones de alta energía que genera la fusión nuclear. Estos neutrones serían utilizados para transformar el isótopo mercurio-198 en mercurio-197. Este último, en pocos días, se desintegra de forma natural para convertirse en oro-197, el único isótopo estable del preciado metal.

Según la empresa, con este sistema, una planta de fusión podría teóricamente producir hasta 5.000 kilogramos de oro al año por cada gigavatio de electricidad que genere, y todo ello sin afectar su producción de energía. Una afirmación que, de ser cierta, sería un game-changer absoluto.


¿Realidad o Ficción? La Viabilidad en el Punto de Mira

La propuesta de Marathon Fusion ha sido publicada en la revista de preimpresiones arXiv, lo que significa que aún debe someterse a la rigurosa revisión por pares, por lo que su viabilidad técnica es, por el momento, incierta. Para que este método funcione, se requerirían neutrones con energías superiores a seis millones de electronvoltios, un nivel difícil de mantener de forma continua. "Si esto funciona, es una idea interesante", apunta el profesor Bevan.

El mayor escollo, sin embargo, radica en que la hipótesis de Marathon Fusion se sustenta en una simulación digital. Los reactores de fusión comercial a la escala necesaria para este proceso aún no existen. "Hay muchos retos que superar antes de que los científicos puedan hacer realidad un reactor de fusión comercial", subraya Bevan en The Conversation.

Además, un aspecto crucial que la compañía parece no abordar públicamente es que todo este proceso ocurriría dentro de un reactor de fusión. Esto implica que el oro fabricado sería inicialmente radiactivo. "Se clasificaría como residuo radiactivo y, por tanto, tendría que gestionarse durante bastante tiempo después de su producción", señala el físico. El procesamiento de estos residuos para obtener oro puro y utilizable "supondría un nuevo reto", aunque Bevan cree que esto "no disuadirá necesariamente a los inversores a largo plazo".


La Revolución Económica en el Horizonte... o en el Papel

Si el método propuesto por Marathon Fusion llegara a funcionar a escala real, sus implicaciones serían masivas. Podría acelerar drásticamente la construcción de centrales de fusión en todo el mundo, ofreciendo un incentivo económico dual: las plantas no solo ganarían dinero generando electricidad, sino también produciendo oro, lo que duplicaría su valor.

No obstante, por ahora, esta promesa dorada "sigue siendo una propuesta atractiva sobre el papel", concluye el especialista. Aún estamos muy lejos de que esta "nueva especie de fiebre del oro" se convierta en una realidad palpable.




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