Este año, Pac-Man celebra su 45 aniversario, un hito para la devoradora máquina amarilla que no solo revolucionó los videojuegos, sino que también dejó una huella en el mundo de la ciencia. Su origen se remonta a la idea del diseñador japonés Toru Iwatani, quien, inspirado por la forma de una pizza sin una porción, creó a un personaje sencillo y fácil de entender. "Si tomas una pizza entera y le quitas un pedazo triangular, parece una boca", declaró Iwatani. Esta simplicidad es una de las claves de su éxito, que ha trascendido generaciones.
El Origen de un Ícono y su Jugabilidad Adictiva
Originalmente llamado PuckMan en Japón, Pac-Man se convirtió en el juego de monedas más exitoso de todos los tiempos. La premisa es simple: el jugador controla una mancha amarilla que debe comer todas las monedas en laberintos que cambian constantemente, mientras evita a una banda de fantasmas, la Ghost Gang, compuesta por Blinky, Pinky, Inky y Clyde. A pesar de su sencillez, el juego es difícil de dominar, lo que llevó a muchos a memorizar patrones de laberinto y rutas óptimas, preparándolos para competir en torneos mundiales. El creador, Iwatani, se propuso específicamente crear un juego que todos pudieran disfrutar, especialmente las mujeres, a diferencia de los juegos de disparos de la época.
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De los Arcades a la Ciencia: El Impacto de Pac-Man
Más allá de su popularidad, Pac-Man ha sido una herramienta valiosa para la investigación científica. Estudios han utilizado el juego para comprender cómo el cerebro humano reacciona a los estímulos. Por ejemplo, una investigación del Instituto Tecnológico de California utilizó resonancia magnética para observar la actividad cerebral de los jugadores sometidos a estrés. El juego también fue usado para estudiar a los macacos, revelando que pueden tomar decisiones jerárquicas basadas en estrategias. Los expertos afirman que la razón de su perdurable atractivo radica en la teoría del embodiment (o cognición corporizada), que crea una conexión entre el jugador y el personaje.
Con más de 45 años de historia, Pac-Man sigue siendo un símbolo perdurable. Con ingresos estimados en US$14.000 millones, ha aparecido en múltiples plataformas y películas, demostrando su relevancia en la cultura pop. Su éxito se debe en gran parte a la nostalgia de una época dorada de las salas de juegos, recordándonos los días de infancia y la emoción de enfrentar a nuestros "fantasmas" con un simple joystick.