Tras alcanzar un acuerdo con el gobierno de Estados Unidos, los gigantes tecnológicos Nvidia y AMD han logrado reactivar la venta de sus codiciados chips en China. Sin embargo, este alivio viene acompañado de un nuevo desafío impuesto por Pekín: el gobierno chino ha solicitado a las empresas tecnológicas locales que priorizan el consumo de chips de producción nacional, generando incertidumbre sobre el futuro del mercado para las firmas estadounidenses.
Según informes de Bloomberg , las autoridades chinas han expresado su preocupación por la preferencia de las tecnológicas locales por los chips H20 de Nvidia, cuestionando si las alternativas chinas son tecnológicamente inferiores y solicitando retroalimentación al respecto. Además, se ha informado sobre posibles problemas de seguridad inherentes al hardware estadounidense, lo que añade una capa de tensión geopolítica a la ecuación comercial.
Temores de Seguridad y la Batalla por la Autonomía Tecnológica
La directiva de China refleja la creciente preocupación por la seguridad y la dependencia tecnológica de Estados Unidos, emulando las restricciones que Washington ha impuesto previamente a las empresas chinas. Existe el temor de que los chips de Nvidia puedan tener capacidades de rastreo de localización o incluso de apagado remoto, aunque la compañía ha emitido un comunicado asegurando que su chip H20 no está destinado a aplicaciones militares o infraestructura gubernamental, y que China cuenta con un amplio suministro de chips locales para sus operaciones gubernamentales.
A pesar de las menores capacidades de potencia de los chips H20 de Nvidia y MI380 de AMD, fueron precisamente estas limitaciones las que permitieron superar las restricciones de exportación impuestas por el gobierno de Joe Biden. No obstante, tanto Nvidia como AMD deberán abonar el 15% de sus ingresos por ventas de chips en China a Estados Unidos, una medida cuya legalidad e implementación aún están bajo revisión.