El nombre de Donald Trump ya es sinónimo de una vasta gama de productos en Estados Unidos, desde hoteles de lujo y campos de golf hasta criptomonedas, relojes y biblias. Ahora, su marca se expande a un nuevo sector estratégico: la telefonía móvil. La familia Trump ha anunciado el lanzamiento de Trump Mobile, un operador de telefonía móvil virtual (OMV), y la inminente llegada de un teléfono propio, fabricado en Estados Unidos, con la audaz meta de competir directamente con gigantes como Apple.
Trump Mobile: Conectividad Ilimitada con un Sello Presidencial
En un evento celebrado en la emblemática Torre Trump de Manhattan, los hijos del expresidente, quienes gestionan el negocio familiar, presentaron Trump Mobile. Este operador móvil virtual ofrecerá datos y llamadas ilimitados por 47.45 dólares al mes. El precio no es casualidad; hace referencia directa al número de la presidencia, ya que Donald Trump fue el 45º presidente del país y, de ser reelegido, sería el 47º.
Trump Mobile operará aprovechando la infraestructura de red ya desplegada por otras grandes operadoras del país, como Verizon, AT&T y T-Mobile. Además de la conectividad ilimitada en EE.UU., el servicio incluirá llamadas ilimitadas a más de 100 países, y servicios de valor añadido como asistencia en carretera 24 horas y un servicio de telemedicina y consulta médica por teléfono. Estos dos últimos son fruto de acuerdos con empresas externas: Doctegrity y Driven Solutions.
Si bien el precio es comparable al de otros operadores virtuales en el mercado estadounidense, la compañía busca diferenciarse a través de estos servicios adicionales y, por supuesto, la fuerte asociación con la marca Trump.
El "Trump Phone": Un Desafío a Apple con Sabor Local
Más allá del servicio de telefonía, el anuncio más ambicioso es el del lanzamiento de un teléfono móvil propio. Aunque los detalles específicos del dispositivo son limitados por ahora, se ha destacado que tendrá un valor de 499 dólares y formará parte de una nueva línea de productos con licencia comercial vinculada directamente al expresidente.
La particularidad más relevante de este nuevo smartphone es la promesa de ser "fabricado en Estados Unidos". Esta característica buscará apelar a una parte del electorado y los consumidores que valoran la producción local y representa un claro desafío a Apple, cuya cadena de suministro está fuertemente anclada en Asia. La incursión de Trump en el hardware móvil sugiere una estrategia para construir un ecosistema tecnológico en torno a su marca personal, capitalizando la lealtad de sus seguidores.
Este movimiento no solo diversifica aún más el imperio de la marca Trump, sino que también añade una nueva dimensión a la competencia en el ya saturado mercado de la telefonía móvil, esta vez con un fuerte componente político y nacionalista.