Una reciente investigación ha traído a la luz dos de los ejemplos más antiguos y espectaculares de parasitismo fúngico en insectos, conservados de forma prístina en una gota de ámbar de 99 millones de años. El hallazgo, publicado en la revista Proceedings of the Royal Society B: Biological Sciences, revela una antigua mosca con un hongo similar a un champiñón brotando de su cabeza, y una hormiga joven infectada con un parásito fúngico similar. Estos fósiles son una ventana fascinante a las complejas interacciones ecológicas de la era de los dinosaurios.
Un Fenómeno Natural Extraño Capturado en el Tiempo
El ámbar, una resina de árbol fosilizada, es una cápsula del tiempo natural que permite a los científicos observar relaciones ecológicas milenarias. "El ámbar nos da la oportunidad de visualizar las antiguas relaciones ecológicas preservadas en los fósiles", explicó Yuhui Zhuang, estudiante de doctorado en el Instituto de Paleontología de la Universidad de Yunnan y autor principal del estudio.
La rareza de estos hallazgos es notable; entre decenas de miles de ejemplares de ámbar examinados, solo unos pocos han logrado preservar la relación simbiótica entre hongos e insectos con tal detalle. La investigación utilizó microscopios ópticos y tomografía microcomputarizada para crear imágenes 3D, permitiendo identificar dos especies desconocidas de hongos antiguos del género Ophiocordyceps.
Paleoophiocordyceps gerontoformicae fue la especie encontrada en la hormiga.
Paleoophiocordyceps ironomyiae fue identificada en la mosca.
"Hongos Zombis": Una Historia con Millones de Años
Las especies de Ophiocordyceps son tristemente célebres hoy en día como los "hongos zombis de hormiga". Estos parásitos fúngicos son conocidos por su aterradora habilidad para manipular el comportamiento de sus anfitriones antes de matarlos, un fenómeno que inspiró el popular videojuego y la serie de HBO "The Last of Us".
El descubrimiento de estos fósiles sugiere que la "zombificación" de insectos es un fenómeno mucho más antiguo de lo que se pensaba. "Estos dos fósiles sugieren que los ecosistemas terrestres ya eran muy complejos, y que Ophiocordyceps, en particular, pudo haber comenzado a actuar como 'depredador' de insectos en el período Cretácico, regulando las poblaciones de ciertos grupos", afirmó Zhuang.
Conrad Labandeira, científico principal del Museo Nacional de Historia Natural del Smithsonian, explicó el proceso actual en las hormigas carpinteras: la espora del hongo Ophiocordyceps ingresa al cerebro de la hormiga y toma el control. Paleoophiocordyceps probablemente actuaba de manera similar.
Es particularmente interesante el hallazgo de la mosca infectada, ya que las moscas rara vez son afectadas por estos hongos parásitos en la actualidad. Esto sugiere una evolución en la especificidad de los hongos hacia sus anfitriones a lo largo de millones de años. La especie de hongo que infectó a la hormiga prehistórica podría ser un ancestro directo de los hongos zombis modernos, lo que arroja luz sobre la escasamente conocida evolución de estos parásitos.
La Importancia de los Parásitos Antiguos en el Ecosistema
Según Phil Barden, profesor asociado del Instituto de Tecnología de Nueva Jersey, la diversidad perdida de parásitos tuvo un papel importante en la configuración del planeta. "Por cada hormiga o escarabajo fósil, podemos imaginar todos los parásitos, hongos y bacterias que esos insectos albergaban", comentó.
Estos hallazgos demuestran que "parte de la extrañeza del mundo natural que observamos hoy también estaba presente en el apogeo de la era de los dinosaurios", añadió Edmund Jarzembowski, coautor del estudio.
Los dos insectos probablemente murieron a causa de los hongos antes de quedar atrapados en la resina de los árboles, que eventualmente se fosilizaría en ámbar, ya que la mayoría de los hongos entomopatógenos matan a sus anfitriones para producir sus cuerpos fructíferos y propagar sus esporas.
Consideraciones Éticas y la Procedencia del Ámbar
Este fósil es el más reciente hallazgo proveniente de los ricos yacimientos de ámbar de Myanmar. Sin embargo, es crucial destacar que han surgido preocupaciones éticas significativas sobre la procedencia del ámbar de esta región, debido a la guerra civil en curso.
Los autores del estudio señalaron que los ejemplares fueron adquiridos en los mercados de ámbar de Myanmar antes de 2017 y, según su declaración, no estuvieron involucrados en conflictos armados ni en disputas étnicas. Esta aclaración busca abordar las importantes consideraciones éticas asociadas con la investigación de especímenes de ámbar de esta procedencia.