EL OCULTAMIENTO DEL SIGLO: Naves de la NASA y la ESA Atraviesan 3I/ATLAS, pero la Orden Secreta es NO MIRAR


El Objeto Interestelar 3I/ATLAS —el tercer visitante cósmico captado por la humanidad, y catalogado por el Dr. Avi Loeb como altamente anómalo— está a punto de ofrecer la prueba definitiva sobre su verdadera naturaleza. Documentos filtrados en el servidor de prepublicaciones arXiv revelan que dos misiones espaciales cruciales, la Europa Clipper de la NASA y Hera de la Agencia Espacial Europea (ESA), cruzarán la misteriosa "cola de plasma" del objeto en los próximos días. Sin embargo, fuentes internas sugieren que esta oportunidad única será deliberadamente desperdiciada, no por fallos técnicos, sino por decisiones políticas y recortes presupuestarios que, según expertos, encubren una orden de silencio. Este incidente se suma a la creciente preocupación sobre la transparencia en la gestión espacial, tal como se evidenció con la onda sísmica generada por el satélite chino XYJ-7, un evento que también planteó serias dudas sobre si era BÓLIDO O BOMBA.


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El Secreto de la Cola de Plasma: La Prueba Que Evita la NASA 💡

Los cometas poseen dos colas: la visible (de polvo) y la de plasma o iones, una gigantesca extensión recta que puede medir cientos de millones de kilómetros. En el caso de 3I/ATLAS, esta cola iónica es la clave que podría zanjar la polémica: ¿es un cometa natural o un artefacto tecnológico (como sugieren las anomalías de níquel puro sin hierro)?

Según el nuevo estudio, ambas naves se encuentran en la trayectoria perfecta para interceptar esta cola de plasma cuando 3I/ATLAS experimente un pico de actividad cerca del Sol, entre finales de octubre y principios de noviembre.

  1. Misión Hera (ESA): Será la primera en cruzar, entre el 25 de octubre y el 1 de noviembre. La excusa oficial es que la nave "no dispone de los instrumentos adecuados" para analizar la cola de iones. ¿Por qué la ESA enviaría una nave a un punto crítico sin capacidad de detección?

  2. Misión Europa Clipper (NASA): Estará en el lugar ideal (y con la instrumentación idónea) apenas unos días después, entre el 30 de octubre y el 6 de noviembre. Los autores del paper claman que Europa Clipper tiene una "rara oportunidad de tomar muestras de la cola de un objeto interestelar".

La Conspiración de los Recortes de Trump y el Silencio Institucional 🤐

A pesar de que el objeto de estudio es un visitante interestelar único en la historia, existe una alta probabilidad de que la NASA desaproveche la ocasión. El motivo oficial, que levanta sospechas entre la comunidad científica, es la "grave crisis y los recortes presupuestarios" impuestos por el gobierno de Donald Trump al Jet Propulsion Laboratory (JPL), centro que dirige la misión, forzando el despido de 550 trabajadores.

Fuentes cercanas al JPL y a la publicación IFLScience (quien intentó obtener una respuesta oficial, sin éxito) ven en esta situación la excusa perfecta para evitar una investigación que podría arrojar resultados incómodos. El argumento conspiranoico es potente:

¿Por qué una nación con el mayor presupuesto espacial del mundo declararía una "emergencia presupuestaria" justo cuando una de sus naves está a punto de obtener la prueba definitiva de vida o tecnología no terrestre?

La negativa a pivotar la misión o, al menos, dedicar unos minutos de telemetría a un evento de tal magnitud, sugiere un posible mandato de alto nivel para evitar la recolección de datos sensibles. La tecnología y los recursos se han puesto a disposición, pero la "orden presupuestaria" actúa como un velo para garantizar que esta ocasión única sea perdida.


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¿Oportunidad Perdida y Datos Censurados?

Mientras el público ignora que una sonda de la NASA está a punto de "atravesar" lo que podría ser la evidencia más contundente de un artefacto no terrestre, la comunidad científica se resigna. Actualmente, 3I/ATLAS no es visible desde la Tierra, lo que aumenta la dependencia de estas misiones para obtener información.

La única esperanza de obtener nuevos datos, aunque menos impactantes, recae ahora en la misión europea JUICE, lanzada en 2023, que lo observará a principios y a finales de noviembre. Sin embargo, estos datos no sustituirán el análisis directo de la cola de plasma que Europa Clipper está en posición de capturar.

El caso de 3I/ATLAS y la aparente censura de datos a través de "recortes presupuestarios" plantea una pregunta inquietante: ¿Hasta qué punto el conocimiento científico es rehén de las decisiones políticas y qué tipo de secretos están los gobiernos dispuestos a mantener, incluso si eso significa desperdiciar una oportunidad cósmica irrepetible, una situación que recuerda a las intrigas de la carrera tecnológica y el control de la información?