Aunque Venezuela es conocida por sus llanos, sus montañas andinas y sus extensas costas caribeñas, su historia geológica revela un pasado mucho más ígneo de lo que la geografía actual sugiere. Contrario a la percepción común, Venezuela no es una nación libre de actividad volcánica, sino que es un territorio donde antiguos volcanes desempeñaron un papel crucial en la configuración de su subsuelo y paisajes. La investigación geocientífica ha identificado rastros de un paleovulcanismo significativo, especialmente en regiones específicas del país, cuya actividad cesó hace millones de años.
La ausencia de volcanes activos en la actualidad no significa una ausencia total en su historia geológica. Venezuela se encuentra en el límite norte de la Placa Sudamericana, una zona geológicamente compleja que ha experimentado subducción, colisión y rifting en diferentes eras geológicas. Estos procesos son precisamente los que generan actividad volcánica.
📍 Ubicación de la Actividad Volcánica Antigua en Venezuela
Los principales indicios y evidencias de actividad volcánica antigua en Venezuela se concentran en varias regiones, asociadas a distintos eventos tectónicos:
Región de la Cordillera de la Costa y el Sistema Montañoso del Caribe:
Formación Villa de Cura (Estados Aragua y Miranda): Esta formación geológica, de edad Cretácica (hace aproximadamente 145 a 66 millones de años), es considerada la evidencia más clara de un arco volcánico de isla intraoceánico que colisionó y se acopló al margen suramericano. Las rocas de la Formación Villa de Cura son en su mayoría metabasitas (rocas volcánicas alteradas por metamorfismo) y metatobas, que corresponden a lavas basálticas, andesíticas y tobas volcánicas. Se interpreta que estos volcanes estuvieron activos en un ambiente oceánico antes de ser obducidos (cabalgados) sobre la plataforma continental venezolana. Este evento es clave para entender la evolución del Caribe.
Formación Las Mercedes (Estado Aragua): También en el Cretácico, esta formación presenta rocas metavolcánicas y metasedimentarias, indicando un vulcanismo asociado a procesos de subducción en el margen continental.
Macizo de El Baúl (Estado Cojedes):
Esta región, aunque no es una cordillera, presenta intrusiones y extrusiones volcánicas de edad Paleógena (hace 66 a 23 millones de años). Las rocas volcánicas son principalmente basaltos y riolitas, lo que sugiere un vulcanismo asociado a procesos de rifting (estiramiento de la corteza) o de punto caliente en un contexto de tectónica extensional o transpresional. Estas rocas son menos metamorfizadas que las de Villa de Cura y representan un vulcanismo más tardío.
Los Andes Venezolanos (Estados Mérida, Trujillo, Táchira):
Aunque el vulcanismo no es la característica dominante aquí, existen evidencias de actividad volcánica menor y aislada, principalmente de edad Terciaria. Se han encontrado rocas volcánicas como andesitas y dacitas, asociadas a la compleja tectónica de colisión y levantamiento de la cordillera. Algunos estudios sugieren pequeños focos de vulcanismo relacionados con fallas profundas.
Cuenca de Barinas-Apure:
En las profundidades del subsuelo de esta cuenca, estudios de pozos petroleros han revelado la presencia de rocas volcánicas y piroclásticas de diferentes edades, que no afloran en superficie. Esto indica la existencia de eventos volcánicos a lo largo de la historia geológica, sepultados bajo las capas sedimentarias.
📉 El Cese de la Actividad y la Transformación Tectónica
La actividad volcánica en Venezuela, en las regiones mencionadas, cesó hace millones de años, principalmente debido a la evolución de los procesos tectónicos que la generaron:
Cierre de Cuencas Oceánicas y Colisión: Gran parte del vulcanismo cretácico, como el de Villa de Cura, estuvo ligado a la subducción de corteza oceánica bajo un arco de islas. Cuando estas cuencas oceánicas se cerraron y el arco de islas colisionó con el margen sudamericano, los procesos de subducción cesaron o cambiaron drásticamente, lo que llevó a la extinción de los volcanes.
Reorganización de Placas: La compleja evolución tectónica del Caribe, con la rotación de bloques y la interacción de la Placa del Caribe con la Sudamericana y la Norteamericana, llevó a una reorganización de los límites de placa. La subducción activa que podría generar volcanes como los que existen en Centroamérica o las Antillas Menores, se desplazó o cesó en el territorio venezolano, predominando hoy en día una tectónica de tipo transcurrente (fallas de rumbo) y de compresión que genera sismos, pero no volcanismo.
Erosión y Sedimentación: A lo largo de millones de años, los antiguos conos volcánicos y sus productos fueron sometidos a intensos procesos de erosión y sedimentación. Esto significa que muchos de los relieves volcánicos originales han desaparecido o están profundamente alterados y cubiertos por otras formaciones geológicas, dejando solo las raíces de esos antiguos sistemas magmáticos expuestas o detectables mediante estudios geofísicos. Este proceso de transformación geológica es un recordatorio de la dinámica de nuestro planeta, similar a cómo la
desintegración del satélite chino XYJ-7 sobre Canarias mostró cómo un objeto en el espacio puede impactar la Tierra, aunque de forma artificial y momentánea.
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En conclusión, aunque Venezuela no tenga volcanes activos que dominen su paisaje actual, su subsuelo y sus formaciones rocosas guardan la memoria de un pasado volcánico dinámico. Las evidencias de arcos de islas, vulcanismo de rifting y actividad magmática asociada a colisiones continentales son testimonios silenciosos de la compleja y fascinante evolución geológica de este país. Los "gigantes olvidados" de Venezuela, aunque inactivos, son piezas fundamentales para entender cómo se formó la Tierra que hoy habitamos.