El Secreto del Universo: Un Nuevo Análisis Científico Desentraña el Misterio de la Señal "Wow!"


El 15 de agosto de 1977, el radiotelescopio Big Ear de Ohio captó una señal tan inusual y potente que el astrónomo Jerry R. Ehman la marcó con un círculo y una sola palabra: "Wow!". Durante 72 segundos, una secuencia alfanumérica, "6EQUJ5", codificó un mensaje que se convertiría en el mayor enigma de la radioastronomía y un ícono del programa SETI (Búsqueda de Inteligencia Extraterrestre). La señal, de banda estrecha y apariencia artificial, desapareció tan rápido como llegó, y en casi 50 años de búsqueda, nunca más volvió a ser detectada.

Hoy, la ciencia ha regresado a este enigma con herramientas modernas, arrojando luz sobre sus propiedades y desafiando la creencia de un origen extraterrestre. Un nuevo estudio, liderado por el astrobiólogo Abel Méndez de la Universidad de Puerto Rico, ha reanalizado no solo la señal original, sino también décadas de datos no publicados, proporcionando la revisión más precisa hasta la fecha del fenómeno.


↓ Continúa la lectura ↓


Las Correcciones que Descartan el Origen Extraterrestre

Gracias a un esfuerzo de voluntarios que digitalizaron más de 75.000 páginas de registros del observatorio Big Ear, el equipo de Méndez ha logrado corregir errores históricos en la medición de la señal. Estos ajustes son significativos y cambian por completo la comprensión del evento:

  • Intensidad: La densidad de flujo de la señal resultó ser de 250 Janskys, cuatro veces más potente que las estimaciones previas.

  • Frecuencia: La frecuencia se corrigió de 1420,4556 MHz a 1420,726 MHz. Aunque la diferencia es mínima, implica que la fuente de la señal debería haberse movido a una velocidad mucho más alta de lo que se creía.

  • Ubicación: El nuevo análisis redujo el área del cielo de donde pudo haber emanado la señal, aumentando la certeza estadística sobre su ubicación en dos tercios.

Además, los investigadores han descartado cualquier origen terrestre. En 1977 no había satélites ni emisiones de televisión que pudieran explicar la señal, y el Sol y la Luna no estaban en la posición adecuada.


TE PUEDE INTERESAR: VENEZUELA Y SU PODER MILITAR: ¿A QUÉ LE TEME REALMENTE ESTADOS UNIDOS?


La Hipótesis del Máser Interestelar como la Explicación más Probable

Con las explicaciones terrestres desestimadas y la hipótesis extraterrestre debilitada por los nuevos datos, los científicos se inclinan hacia un origen astrofísico natural. La hipótesis más fuerte es la de un máser, una fuente natural de emisiones estimuladas en microondas, ubicada en una nube interestelar de hidrógeno.

Los investigadores sugieren que una poderosa fuente de radiación transitoria, como la llamarada de un magnetar, pudo haber provocado un repentino aumento de brillo en la línea de hidrógeno de una nube de gas. Este fenómeno produciría el tipo exacto de señal de banda estrecha que fue detectada por el Big Ear. Méndez, sin embargo, es cauto: "Nuestros resultados no resuelven el misterio, pero nos dan la imagen más clara de lo que era y de dónde provenía".

El trabajo ha dado lugar al proyecto Wow@Home, una iniciativa de ciencia ciudadana que permite a entusiastas de todo el mundo participar en la búsqueda de señales similares con equipos accesibles. El equipo de investigadores tiene la ambiciosa meta de archivar y compartir todos los datos del radiotelescopio para el 50° aniversario de la señal Wow! en 2027, reabriendo el caso con un mapa mucho más preciso.




↓ Sigue más contenido ↓



 
Paperblog