Aunque la mayoría de las personas se sienten seguras en sus hogares durante una tormenta eléctrica, las autoridades de Estados Unidos (EE.UU.) han emitido una advertencia crucial: es fundamental evitar el contacto con el agua . A pesar de que esta medida pueda sonar exagerada, existen fundamentos científicos sólidos e informes de accidentes que demuestran que los rayos pueden viajar por las tuberías , representando un riesgo oculto pero real para la salud y la vida.
La Ciencia del Riesgo: Tuberías que Conducen Rayos
Durante una tormenta eléctrica, los rayos buscan el camino de menor resistencia para llegar a tierra. Las casas y edificios, aunque ofrecen refugio, cuentan con sistemas de plomería y cableado interno que están conectados a la tierra. Cuando un rayo impacta cerca de una vivienda, la poderosa descarga eléctrica puede propagarse a través de estas redes metálicas, incluyendo las tuberías que transportan agua . Además, el agua no pura, rica en sales y minerales, actúa como un excelente conductor de electricidad.
Por lo tanto, si una persona está en contacto con el agua de la canilla, lavando los trastes, o tocando un grifo mientras un rayo cae cerca, existe el riesgo de recibir una descarga eléctrica indirecta que puede causar graves daños.
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Más Allá del Sentido Común: Casos Reportados y Consejos de Expertos
Aunque los incidentes de este tipo son poco frecuentes, sí existen registros de accidentes eléctricos dentro de viviendas, especialmente en áreas con tormentas intensas. Los expertos en protección civil advierten que una descarga puede provocar desde quemaduras superficiales hasta lesiones internas severas o, en el peor de los casos, la muerte.
El renombrado físico mexicano Mario Molina explicó en foros de divulgación que el fenómeno de la conducción eléctrica durante tormentas "no es exclusivo del campo abierto", y que las viviendas, incluso en zonas urbanas, pueden estar en peligro si sus instalaciones no tienen sistemas de protección adecuados como pararrayos funcionales y tomas de tierra correctas. En ciudades con edificios antiguos y una infraestructura variada, el riesgo se incrementa.
Para mantenerse a salvo durante una tormenta, las autoridades y expertos recomiendan las siguientes medidas clave:
Suspender todas las actividades al aire libre.
No refugiarse bajo árboles ni estructuras de metal.
Evite bañarse, lavar trastes o tener contacto con el agua de grifos , ya que la electricidad puede conducirse a través de las tuberías.