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Un reciente fallo de conexión reveló una de las capacidades más asombrosas de ChatGPT-5: su habilidad para mantener un hilo de actividad de forma casi inagotable. Durante una prueba interna, el modelo de OpenAI retomó una tarea que llevaba horas en curso justo en el punto exacto donde se había interrumpido, y la finalizó en menos tiempo del previsto. Este incidente ha reactivado el debate sobre el impacto de una tecnología que, según su director ejecutivo, Sam Altman, está redefiniendo la relación entre humanos y máquinas.
Altman ha calificado a ChatGPT-5 como un "avance decisivo" y ha compartido su asombro con la capacidad del modelo, que cuenta con una memoria prácticamente ilimitada y la habilidad de integrar datos personales para ajustar su funcionamiento a cada usuario.
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La Inteligencia de ChatGPT-5 y la Falta de Regulación
La autonomía y el potencial del nuevo modelo han llevado a Altman a comparar su desarrollo con el Proyecto Manhattan, debido a su impacto disruptivo y la falta de regulación que lo acompaña. El CEO de OpenAI ha advertido de los riesgos asociados a una herramienta tan avanzada, señalando la dependencia que podría generar y la necesidad urgente de establecer límites claros. "Es poderosa, pero no sustituye el criterio humano", afirmó.
Junto a la versión principal, la compañía también liberará dos modelos gratuitos, gpt-oss-120b y gpt-oss-20b, que podrán ejecutarse en dispositivos móviles de alta gama, ampliando el acceso a esta tecnología. A pesar de los desafíos iniciales, como problemas de capacidad, OpenAI enfatiza la inmensa responsabilidad que implica jugar con una herramienta que redefine lo que significa pensar y crear.
