El cometa 3I/ATLAS, el tercer objeto conocido en ingresar a nuestro sistema solar desde más allá de sus confines, ha sido captado por primera vez por el Telescopio Espacial Hubble. Según reportes de Europa Press, este avistamiento marca un hito en la observación de cuerpos celestes procedentes de otras estrellas, añadiendo una nueva pieza al rompecabezas de la formación y evolución estelar.
Fue el 1 de julio de este año cuando el telescopio de sondeo ATLAS, financiado por la NASA y ubicado en Chile, reportó la observación inicial de este cometa, que parece proceder de la constelación de Sagitario. Poco después, el 21 de julio, el Archivo Mikulski para Telescopios Espaciales hizo públicas las impresionantes fotos captadas por el Hubble, permitiendo a la comunidad científica y al público general un primer vistazo detallado a este visitante cósmico.
Un viajero cósmico clasificado como interestelar: Más allá de nuestro sistema
La clasificación de este cometa como interestelar por parte de los científicos se basa en la forma hiperbólica de su órbita, lo que indica que no sigue un camino cerrado alrededor del Sol, a diferencia de los cometas y asteroides nativos de nuestro sistema. La NASA ha confirmado que, al rastrear la trayectoria del 3I/ATLAS, se puede determinar claramente que su origen se encuentra fuera de nuestro sistema solar.
Un detalle fascinante sobre el 3I/ATLAS es su edad estimada: aproximadamente 7.000 millones de años, según Europa Press. Esta característica lo convertiría en el objeto interestelar más antiguo registrado hasta la fecha, superando los descubrimientos previos de 1I/'Oumuamua, avistado en 2017, y 2I/Borisov, detectado en 2019. Su existencia proporciona una ventana única a las condiciones primigenias de otras regiones de la galaxia.
También te puede interesar: NASA descubre exoplaneta "Supertierra" TOI-1846 b emite señal repetida y desafía lo conocido
Observación y composición: Sin amenaza para la Tierra
La NASA ha señalado que el 3I/ATLAS debería permanecer visible para los telescopios terrestres hasta septiembre. Después de esa fecha, el cometa se aproximará demasiado al Sol para ser observado. Sin embargo, se espera que reaparezca al otro lado del Sol después de diciembre, ofreciendo nuevas oportunidades para su estudio.
Es importante destacar que la agencia espacial estadounidense ha aclarado que este objeto espacial no representa ninguna amenaza para la Tierra. La NASA calcula que el 3I/ATLAS se mantendrá a una distancia segura de al menos 1,6 unidades astronómicas (aproximadamente 240 millones de kilómetros), disipando cualquier preocupación sobre un posible impacto.
Aunque aún no se sabe mucho en profundidad sobre este cometa, una preimpresión de la Cornell University (Nueva York) ha revelado datos preliminares cruciales: "nuestras observaciones revelan que 3I/ATLAS es un cometa interestelar activo que contiene abundante hielo de agua, con una composición de polvo más similar a la de los asteroides de tipo D que a la de los objetos transneptunianos ultrarrojos". Los asteroides de tipo D son cuerpos espaciales menos comunes y difíciles de encontrar en el cinturón principal de asteroides, siendo más frecuentes en distancias superiores a 3,3 unidades astronómicas del Sol, según el portal de divulgación astronómica Astrosigma. Esta composición inusual añade un velo de misterio a este antiguo viajero del espacio profundo.