El cometa 3I/ATLAS ha pasado de ser un simple visitante cósmico a convertirse en uno de los objetos más enigmáticos conocidos. Clasificado como el tercer objeto interestelar confirmado atravesando nuestro Sistema Solar, este cuerpo estelar está produciendo un fenómeno químico nunca antes identificado de forma natural en el cosmos, avivando un intenso debate científico sobre su origen.
El foco del misterio reside en la composición de su coma (la atmósfera temporal de gas y polvo). Imágenes captadas por el telescopio Keck II, en Hawái, y por el Very Large Telescope (VLT), revelaron que 3I/ATLAS emite continuamente un componente metálico que hasta ahora solo se asociaba con procesos industriales terrestres: níquel puro sin hierro.
La Anomalía del Níquel Industrial en el Espacio Profundo 🏭🌌
La observación de que 3I/ATLAS emite níquel atómico vaporizado es anómala por dos razones principales:
Níquel sin Hierro: En los cometas del Sistema Solar, el níquel siempre aparece en cantidades comparables al hierro. Sin embargo, en la columna de gas que rodea a 3I/ATLAS, se detecta níquel con muy poco o nulo hierro. El astrofísico Avi Loeb, de la Universidad de Harvard, ha destacado que la única forma conocida de producir níquel sin hierro es a través del proceso industrial de carbonilo, que refina el níquel mediante la formación de tetracarbonilo de níquel ($Ni(CO)_4$).
Volatilidad Extrema: 3I/ATLAS libera cerca de cuatro gramos de níquel por segundo. Normalmente, los metales no se vaporizan a las temperaturas extremadamente frías a la distancia a la que se observó el cometa. Esto sugiere que el níquel está unido a una molécula "madre" (posiblemente el tetracarbonilo de níquel) que se descompone fácilmente por la radiación solar, liberando el metal a bajas temperaturas.
For the past few days, the interstellar comet 3I/ATLAS has been displaying a blue-green gas coma measuring 2.5 arcminutes across. A short tail was also visible on September 9 when photographed with the 12"/f-3.6 astrograph in Namibia. image Gerald Rhemann, Michael Jäger pic.twitter.com/N3rXvYn3N8
— Michael Jäger (@Komet123Jager) September 10, 2025
Para el astrofísico Avi Loeb, esta anomalía química plantea la pregunta más intrigante: "¿Cuál es la vía que nos llevó a ver principalmente níquel y poco hierro alrededor de este objeto?". Mientras que el Observatorio Keck considera esta reacción como un "evento natural" que ocurre bajo condiciones raras de baja temperatura, Loeb ha insinuado que tales propiedades inusuales podrían desafiar una "causa totalmente natural", reavivando el debate sobre posibles orígenes tecnológicos o artificiales.
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Dominio del Dióxido de Carbono y el Flujo Solar 💨🛰️
Las observaciones del telescopio espacial James Webb (JWST) complementan la imagen química del cometa, añadiendo otro rasgo inusual: el dióxido de carbono ($CO_2$) domina su composición volátil.
Composición del Gas: La mayor parte del gas que rodea a 3I/ATLAS es dióxido de carbono (87% en masa), monóxido de carbono (9%) y solo un 4% es agua. Esta proporción de $CO_2$ a agua es una de las más altas jamás vistas en un cometa, lo que sugiere que se formó en un ambiente extremadamente frío, quizás más allá de la "línea de hielo de $CO_2$" de su sistema estelar de origen
(Fuente: Smithsonian Magazine) .
Otro fenómeno desconcertante es su comportamiento de eyección. Las imágenes reveladas por el telescopio espacial Hubble determinaron un flujo continuo de gas que dirige en línea recta hacia el Sol (un "chorro antisolar"), con una pérdida de masa de aproximadamente 150 kilogramos por segundo. Este comportamiento es contrario al de un cometa normal, que generalmente desarrolla una cola iónica que se aleja del Sol. El estudio de este flujo es crucial para entender cómo el objeto reacciona al calentamiento.
La dificultad en obtener datos completos se ha visto afectada por la ubicación del cometa y, en cierto momento, por el cierre del gobierno estadounidense que detuvo la comunicación de la NASA, incluyendo imágenes de alta resolución captadas por la cámara HiRISE del Orbitador de Reconocimiento de Marte
La singularidad de 3I/ATLAS lo convierte en una cápsula del tiempo, ofreciendo una oportunidad única para analizar materiales formados fuera de nuestro Sistema Solar. Este análisis de materiales extraños se relaciona con los estudios de elementos de baja volatilidad, como los metales utilizados en el diseño de chips y el control tecnológico, temas cruciales que se han abordado en