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La narrativa sobre el primer crimen cometido fuera de la Tierra se ha desmoronado en los tribunales estadounidenses. Lo que comenzó en 2019 como un escándalo mediático de ciberseguridad y derecho espacial, donde la astronauta de la NASA Anne McClain fue acusada de acceder ilegalmente a cuentas bancarias desde la Estación Espacial Internacional (ISS), ha concluido con un giro dramático: la demandante, Summer Heather Worden, ha admitido haber fabricado la acusación.
Este desenlace no solo exonera a McClain, una condecorada piloto y comandante de misión, sino que expone cómo las disputas domésticas pueden escalar hasta la órbita terrestre baja, poniendo a prueba los límites de la jurisdicción legal en el espacio.
I. La Acusación Orbital: Un Divorcio a 400 km de Altura 🌍
En 2019, Summer Worden, exoficial de inteligencia de la Fuerza Aérea, presentó una denuncia ante la Comisión Federal de Comercio (FTC) y la Oficina del Inspector General de la NASA. Alegaba que McClain había robado su identidad y accedido sin autorización a su cuenta bancaria personal mientras orbitaba la Tierra.
La acusación planteaba un escenario sin precedentes para el Derecho Espacial: ¿Cómo se procesa un delito digital cometido en una jurisdicción internacional?
La Defensa de McClain: Desde el inicio, la astronauta admitió el acceso pero negó la ilegalidad, argumentando que su intención era revisar las finanzas familiares compartidas para garantizar el bienestar de la hija que criaban juntas, una práctica que mantenían desde hacía años.
La Investigación Federal: Los investigadores forenses digitales descubrieron que la narrativa de Worden era falsa. La exmilitar había otorgado acceso a McClain desde 2015 y no había revocado las credenciales. Worden mintió deliberadamente sobre la fecha de creación de la cuenta y los cambios de contraseñas para incriminar a su expareja en medio de una amarga batalla de divorcio.
La semana pasada, Worden se declaró culpable de mentir a las autoridades federales, enfrentándose ahora a una sentencia que se dictará el 12 de febrero de 2026.
II. Las Consecuencias Legales y la Trayectoria de McClain 👩🚀
Mientras Worden enfrenta una posible pena de hasta cinco años de prisión y una multa de $250,000 dólares, la carrera de Anne McClain ha seguido una trayectoria estelar, demostrando la resiliencia de la astronauta ante el escrutinio público.
McClain, graduada de West Point y veterana de Irak con más de 2,000 horas de vuelo, no solo superó el escándalo, sino también el revés logístico de 2019 (cuando no pudo realizar la primera caminata espacial femenina por falta de un traje de su talla). Recientemente, regresó a la Tierra en agosto de 2025 tras comandar la misión SpaceX Crew-10, la cual fue crucial para traer de vuelta a Butch Wilmore y Suni Williams, quienes habían quedado varados por fallos en la nave Starliner.
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III. El Futuro de la Ley en el Espacio 🚀
El caso McClain-Worden sienta un precedente importante: la ley terrestre tiene un brazo largo que alcanza la órbita. Aunque no se confirmó como el "primer delito espacial", sí activó los mecanismos de investigación de la NASA OIG y las autoridades federales, demostrando que el espacio no es una zona libre de consecuencias legales.
Este incidente, irónicamente, ha servido para reforzar los protocolos de conducta y la seguridad de la información de los astronautas. En un entorno donde la privacidad de datos es crítica, como se ve en los
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